Una idea revolucionaria
¿Agua hirviendo en el grifo de su cocina? En 1970 era una idea bastante absurda, pero ahora Quooker está conquistando el mundo. Esto es lo que ha ocurrido.

La historia de Quooker comenzó en 1970. Henri Peteri, nacido en Róterdam, trabajaba para Unilever y estaba de visita en la oficina central de Londres cuando tuvo una idea que cambiaría su vida para siempre. Fue durante una presentación de una sopa instantánea. Mostraban cómo se podía disolver la sopa en agua hirviendo en solo cinco segundos. '¿Y para hacer eso hay que calentar el agua durante cinco minutos?', pensó Peteri. '¡Eso es una estupidez! ¿Por qué no podemos disponer de agua hirviendo en el grifo mezclador de nuestras casas?' Cuando llegó a casa, Peteri bajó a su sótano para desarrollar un prototipo del primer grifo de agua hirviendo del mundo. Le costó mucho tiempo y dinero. Pero cuando se fabricó el primer modelo, Peteri lo vendió a amigos y conocidos que estaban muy entusiasmados. Una vez que la gente utilizaba un Quooker, no podía vivir sin él.
Cuando su hijo Niels terminó sus estudios y se unió a su padre, la idea se convirtió en un producto. En 1992, se presentó el primer Quooker ("olla rápida"), el Quooker Basic. Desde el momento en que el hijo Walter se unió a la empresa, Quooker empezó a ganar peso en el mercado. A partir del año 2000, las cosas empezaron a despegar de verdad. El grifo de agua hirviendo se convirtió en un éxito en los Países Bajos. En 2004, se exportó el primer lote de Quookers al extranjero.
En la actualidad, Quooker fabrica 300.000 Quookers al año, hay más de 2.000 distribuidores, la facturación se duplica cada dos años y tenemos fábricas en Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Emiratos Árabes Unidos, España, Hong Kong, Irlanda, Israel, Italia, Noruega, Reino Unido, Países Bajos y Suiza. Este es el resultado de años de desarrollo, pruebas e innovación técnica.
El objetivo de los hermanos Peteri siempre fue fabricar el producto más sostenible, de menor consumo energético y de mayor calidad. Ahora dirigen una empresa de éxito internacional. Pero, siguiendo el espíritu de su difunto padre, continúan innovando.
Niels Peteri: "El hecho de que cada vez más gente adopte el Quooker como una herramienta indispensable en la cocina moderna se refleja en las ventas, que se están disparando. Estamos muy orgullosos de ello. Sin embargo, dormirse en los laureles no entra en nuestros planes. Queremos seguir innovando. Por ejemplo, desarrollando nuestros propios medios de producción, lo que nos permite idear soluciones originales".
Quooker está a punto de conquistar el resto del mundo. La ambición: abastecer de agua hirviendo al mayor número posible de cocinas privadas, de forma inteligente y responsable. Para conseguirlo, Quooker cuenta con 300 personas en Ridderkerk (Países Bajos) que trabajan en nuevas ideas técnicas y soluciones de diseño para que los grifos sean aún más eficientes, más fáciles de usar y más atractivos.
